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VIETNAM

Vietnam bis

Vietnam - Saigon - Hanoi (01 - 2009)
Todas las fotos de Vietnam aqui (Para verlas nítidas pinchad en el rincón derecho en “opciones” y elegid “no agrandar”)

 

En Vietnam solo pudimos hacer un tour de capitales: Saigon, y Hanoi. En mi último viaje sólo había estado en la mitad norte del país y Saigon era novedad. Yo estaba convencido que el trafico de Hanoi representaba el cenit del caos circulatorio mundial, pero Saigon me demostró que se podía ir más allá. El centro viejo de Hanoi es una telaraña de calles estrechas con muchas motos, pero el centro de Saigon, con grandes avenidas, la densidad de motos no se diluye! Las calles son mas anchas pero el numero de motos se multiplica por 10!!. El ruido y el mareo que producen es considerable y cruzar las calles mete bastante miedo.

Saigon  también tiene un barrio chino majo con muchos templos que, como suele pasar, son más chinos que los de China. Vi más gente rezando y haciendo ofrendas en los templos chinos de Saigon que en todos mis años en China juntos.

Como el trayecto en tren entre Saigon y Hanoi dura más de un día, decidimos romper el viaje en Nhatrang y para darnos el ultimo baño playero del invierno. A parte de una playa bastante correcta no había mucho más que hacer; y eso hicimos.

Habíamos leído que en Hanoi haría fresco pero no nos imaginábamos que el cambio fuera a ser tan brusco. Después de pasar semanas en chanclas y pantalón corto nos topamos con el invierno al salir al anden en la estación de Hanoi. Desde ahí, cada paso que fuimos dando hacia el norte fue empujando hacia abajo el termómetro.

Desde Hanoi nos fuimos en tren hasta la frontera china que cruzamos a pie. Y de ahí nos fuimos a Yuanyang en el sureste de la provincia de Yunnan. Ultima parada antes de Pekín.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tribus urbanas

 

Vietnam - Sapa / Bac Ha (26/08/2006)

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--he terminado de escribir este con un mes y medio de retraso, pero mas vale trade que nunca--

La abrumadora oferta de viajes, treckings, excursiones tribales y demás en las miles de agencias de viajes de Hanoi ya me habían preparado para encontrarme con algo no precisamente virgen. Para ayudar en mi empeño de escapar de las masas se me ocurrio salir para alla justo un viernes, cuando a las hordas de turistas veraniegos se suman los findesemaneros vietnamitas. El tren de noche estaba lleno hasta la bandera. Durante el trayecto nocturno tuve la sabia idea de releer la guia y buscar un paln B para evitar un colapso. Decidido, no iria a Sapa, sino a Bac Ha.

A la vista del panorama que encontre al llegar me senti infinitamente feliz con mi decision. Delante de la estación habia aparcadas unas 100 furgonetas y minibuses listas para llevar las masas hasta Sapa. En lugar de hacer una fila y llenarlas una detrás de otra en 2 minutos, los propietarios, las llenaban todas a la vez cazando a sus clientes a la salida del tren. Imagino que despues de media hora habria 100 furgonas medio llenas, nadie en camino y todos descontentos. Vietnam style, que se le va a hacer.

Fue bastante gratificante atravesar la nube de buitres que te acosaban diciendo "Sapa, Sapa, Sapa!" Al decir "Bac Ha, Bac Ha" te dejaban en paz porque no habia ni una que hiciese el trayecto; buena señal. Estaba de buen humor.

Ya se que algunos se aburren con mis historias de autobuses pero no tengo mas remedio que contar esta ultima, porque fue la mejor. Despues de atravesar la masa de furgonetas cogi una moto para que me llevase a la estacion de buses. El motero me dio una vuelta a la manzana, me dejo a 100 metros de donde me habia cogido y me dijo: "eso es la estacion". Le sonrei, le pague y no me enfade porque queria seguir de buenas. Encontre el autobus y me dijeron que salia en media hora. Me mintieron para que me quedase en su autobus y espere mas de una hora pero no me enfade. Me intentaron doblar el precio pero en mi larga espera descubri que habia una oficina de billetes y no me consiguieron engañar. Habia superado ya 3 engaños bien de mañana, ya estabamos en camino y habia conseguido mantener la sonrisa. Estaba aprendiendo. Entonces, a los pocos metros de empezar, nos paramos y subio el rey de los indeseables de vietnam. Una nueva categoria. El autobus estaba casi vacio y se me acerca hablando en buen ingles:

-Oye, por favor, van a subir ahora "unos clientes mios" (unos pobres desgracios que habia pillado antes de llegar a la estacion de bus) y les vas a decir que has pagado 50.000 por el billete.

-Que?

-Si, que no se te ocurra decirles que tu has pagado 30.000

-Que? Mira, si no me preguntan no les diré nada, pero no me estarás pidiendo que mienta por ti!?

-Como abras la boca te hecho del autobús!

-De que vas! A que llamo a la policía!

-Me da igual la policía. Este autobús es mío y hago lo que me da la gana.

-Tengo un billete y como me vuelvas a amenazar llamo a la policía!

Me amenazo un par de veces mas y se fue a cobrarles fuera del bus. En cuanto seguimos camino lo primero que me preguntaron, obviamente, era cuanto había pagado, pero la información les llego demasiado tarde.

A esas alturas, como es natural, se ma acabo el buen humor. Se puede ser mas mala persona y mas hijo de puta?Para colmo, el autobus, una reliquia rodante, revento antes de llegar a destino y los autobuseros nos abandonaron a nuestra suerte. Finalmente llegue a Bac Ha en moto y no muy contento, pero el sitio me remonto la moral pronto.

Las primeras personas que me tropece en la calle eran señoras vestidas en traje tradicional. No era dia de mercado ni nada especial pero por las calles deambulaban montones de señoras vestidas en el traje mas vistoso que he visto hasta la fecha. La tribu preodominante en las montañas de los alrededores es la Hmog Floreada que se caracteriza por los trajes de mil colorines. Esa tarde me fuy a dar un paseo por las montanas de alrededor con un guia y salio redondo, buen tiempo, gran paisaje y sitios de lo mas pintoresco.

La manana siguiente si habia mercado comarcal y se lio gorda. Lo que la tarde anterior me habia parecido colorista resulto ser nada comparado con el hervidero de trajes y actividad que se formo en el mercado. Habia montagneses floreados, montaneses mas sobrios, otras tribus, pocos vietnamitas y menos turiasta....hasta que llegaron los autobuses de Sapa con grupos de guiris a ver el mercado. A esas alturas ya me habia colmado mas que de sobra y me fuy en moto a un mercado secundario mas arriba en las montanas donde si que era el unico. Era mas pequeno pero con mayor concentracion de color y tribus. Despues de eso me uni al fluir dominante y sali para Sapa.

En Sapa esperaban otras tribus, las tribus urbanas. La cantidad de turistas que llega por alli ha producido un fenomeno curioso. Muchos montaneses han aprendido que se pueden ganar bien la vida vendiendo artesania y sus servicios como guias a los guiris y se dedican a ello, pero manteniendo su identidad. No me parecio impostura. Toda esa gente, por mucho ingles que chapurreen, por muy rodeadas de guiris que pasen el dia no parecen tener ningun interes por asimilarse, ni por las ropas, ni las formas de vietnamitas fashion ni de estranjeros. Simplemente son su medio de ganarse la vida, pero la vida la siguen llevando a su manera. La mayoria son chiquillas o mozas jovenes. Andan de aca para alla hilando el canamo que usan para hacer sus ropas, a la espera de pegar la ebra con algun turista. Cuando te pillan por banda te ensegnan esto y lo otro, se rien, te cuentan esto y aquello en su ingles gramatilcamente incorrecto pero fluido y cuando ven que no vas a comprar nada no dudan en recurrir al chantaje emocional. Todo esto lo hacen con una dulzura y una simpatia que na tiene nada que ver con la aspereza de los vietnamitas. Por la noche en un ciber fuy testigo de una escena bastante surealista. Tres chicas hmong ayudadas por una turista estaban consultando su correo y tenian un monton de mensajes de amigos alemanes, jamponeses, espanoles.... como si trabajasen en las naciones unidas, vamos.

En sapa hay una oferta infinita de escursiones en los alrededores. Tanto las agencias de viajes como las gente de las tribus ofrecen caminatas en los pueblos. Como no parecia muy dificil encontrar al azar algo interesante decidi improvisar. Subi al pico mas alto del lugar, eche un vistazo y elegi la direccion para la que queria tirar. Me fuy monte a traves y despues de cruzar las primeras colinas estaba en lo alto de un valle esculpido en terrazas. Habia aldeas por aqui y por alla, gente, bufalos, perros... Di una vuelta por el valle pero me tuve que retirar cuando empezo a llover. Estaba a menos de una hora del centro pero tenia todo ese valle para mi solo. Si hubiese tirado en cualquier otra direccion me habria encontrado algo interesante. Eso es lo que hice el dia siguiente. Las posibilidades de perderse por tu cuenta son infinitas. En cuanto sales de los lindes del pueblo estas en medio de las tribus, cada una con su "uniforme" pintoresco. Un buen lugar para la exploracion con la ventaja de que no te van a mirar raro porque saben lo que has ido a hacer alli.

La ultima etapa en Vietnam resulto ser mas disfrutable de lo que esperaba y estuvo bien salir del pais con buen sabor de boca. De todas formas, cruzar la frontera China fue como siempre, un alivio. La sensacion de estar "en casa", de entender y sentirte entendido (y por consiguiente respetado) no tiene precio. Uffff.

Apocalipsis Hanoi

Vietnam - Hanoi / Halong Bay

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No me acuerdo qué peli es, creo que una de Indiana Jones, que empieza con un: "Singapore 1946" y se ven calles estrechas llenas de gente, señoras cargando cestos al hombro, motos, bicis, ruido, lluvia, letreros de neón en chino, puestos de comida humeantes; todo muy apretado y lleno de humanidad. Cuando vine a Asia por primera vez me esperaba encontrar algo así, pero no fue el caso. He pasado por muchas de las grandes urbes -Tokio, Hong Kong, Shanghai, Pekin...- y ni rastro. Hace mucho que les lavaron la cara.... a todas menos una: Hanoi. Cuando menos me lo esperaba me encontré inmerso de ese preciso escenario caótico.

Hanoi es una ciudad alucinante y a la vez el sitio menos humanamente habitable que he pisado. Normalmente pienso que no me importaría vivir, aunque fuese una temporada, en las ciudades que me gustan. Hanoi es la excepción. Me encanta pero es un infierno. A su lado Pekin o Hongkong parecen parques de atracciones.

Las calles de la parte vieja no son muy anchas y sus aceras menos todavía. Muchas de las casas son tirando a antiguas y con una arquitectura especial. La mayoría tienen la fachada estrecha pero mucho fondo. A juzgar por la cantidad de habitaciones que, incluso en los hoteles, no tiene ventanas, debe de haber miles de familias viviendo sin luz del día. Además de las calles principales hay una especie callejones casi túneles que perforan las manzanas de casas demasiado apretadas. A esas callejas oscuras y lúgubres se abren muchas puertas, habitaciones y negocios que están demasiado escondidos como para tener clientes, pero aun así, tienen. Quizás por esa falta de aire, los hanoitas (o como carajo se diga) lo hacen todo en la calle, como si no hubiera ya bastante follón fuera! La calle es el dominio de las motos. Hay trillones y no exagero ni un billón. Se mueven en un orden y dirección aleatoria, bastante rápido y pitando mucho. En Asia en general la gente usa mucho el claxon al conducir, pero aquí son los reyes. Basta decir que hacen tuning de claxon para que suene mas y mejor. Los camiones llevan unas especies de sirenas de fabrica polifónicas y las motos unas bocinas de repetición que parecen ametralladoras.

Esas calles atestadas tienen todavía nombres gremiales: atauderos, aceiteros, incienseros y miles de cosas raras más. Aunque los nombres ya no describen el tipo de comercio casi nunca, sigue habiendo muchas calles que concentran toda la actividad de un ramo: farolillos, bambu, hojalateros, imprentas....Muy pintoresco. Tampoco faltan calles donde el gremio predominante es el de los cazadores de guiris, para que mentir, pero eso no hace desmerecer el conjunto.

Seria un lugar muy agradable para pasear si no fuese porque tienes que hacerlo en la calzada compitiendo por el espacio con las motos. Las exiguas aceras sirven de kilométricos parkings. Los huecos libres que podrían ser transitables ya se han encargado de ocuparlos los tenderos y sobre todo miles de chiringuitos de comida minúsculos. La consecuencia es que tienes que vagar en un a jungla móvil de motos con mil ojos y temiendo por tu vida a cada paso. La salsa que baña todo eso es un estruendo infernal, una cacofonía ensordecedora de motos, cocinas, artesanos martilleando, gritos (obviamente están todos sordos y se tienen que gritar), bocinas....nunca me había puesto tapones para los oídos por la calle pero aquí tuve que recurrir a ellos para no volverme tarumbi. Para mejorar la postal pon un poco de lluvia. Los días tórridos y soleados se acabaron al poco de entrar en Vietnam. Parece ser que he calculado mi itinerario estratégicamente para pillar lluvias en todos los países por los que paso. Soy un genio.

Bueno, pues con las cosas así te vas a explorar. No hay grandes monumentos a parte del complejo dedicado a Ho Chi Min, que es otro líder comunista convertido en cecina y expuesto al publico como varios coleguitas del ramo (Lenin, Mao y Kim Il Sung). Tambien hay una catedral católica bastante maja, varios mercados tan atestados y tan claustrofóbicos como las calles, un gran lago y una parte nueva mucho mas espaciosa llena de árboles, edificios coloniales y grandes avenidas.

Otro gran descubrimiento en Hanoi fueron los "bia hoi", que al parecer existen en todas las ciudades grandes. Se trata de una especie de chiringuitos donde sirven cañas de cerveza fresca hecha en el día y consumida en el día. El vaso cuesta 10 céntimos de euro o sea que sale bastante económico invitar a una ronda a todo el chiringuito. Suelen estar en las aceras de las esquinas y es bastante agradable sentarse a beber un par mientras el caos sigue fluyendo a 10 centímetros de tu taburete.

Aunque he recibido (merecidas) criticas de que me quejo mucho y cuento poco, no puedo dejar pasar el capitulo de Hanoi sin incluir a sus malas gentes que son muchas y tenaces. En el elenco de estrellas tenemos hosteleros sin escrúpulos que te dan habitaciones con goteras y ratas y te piden mas dinero si quieres una sin rata. Hosteleros que te intentan vender todo tipo viajes y servicios y que te dejan de hablar si los contratas en otro sitio y que luego se inventan excusas para sacarte lo que no han podido sacar vendiéndote motos. Pero por encima de todos, los campeones del tedio y las mala folla, son los conductores de mototaxi. Cuando te ven y te eligen como presa tienes enfado asegurado. Da igual que les digas que no una, dos, tres, veces con sonrisa, sin sonrisa, de buenas, de malas, te siguen e insisten. Sacas un mapa y se meten por medio; te paras a hacer una foto y te acosan. Cuando todo falla intentan hacerse tu amigo o practicando idiomas....te preguntan de donde eres y otras cosas que no vienen al caso para cazar tu atención hasta que huyes o los mandas a tomar por saco de malas maneras. No se porque la guerra con los yanquis duro tanto. Podrían haber mandado un batallón de conductores de mototaxi a Saigon y habrían acabado con la moral y el aguante de las tropas americanas en cuestión de días.

Asi, disfrutar de la ciudad que es una maravilla, se convierte en una lucha contra el mal humor que te genera estar rodeado por esa telaraña de engaños y malas formas en la que te enganchas cada dos por tres. Una pena.

Debido a la fatiga que llevaba acumulada y para evitar mas disgustos o que me terminase explotando alguna vena, decidí que mi viaje a Halong Bay lo haría con una agencia pija. Un gran acierto. Pague casi el doble que en una de las miles de agencias gurruminas que abundan por doquier, pero fue como la seda. Después de cinco días en el caos, los tres días de mar, paisajes, buena comida y paz fueron como una pomada anímica.

Halong Bai no solo se parece -como alguno ya ha notado- al mar en el que huye la pareja de la peli "Indochina", ES ese mar. El comienzo de la travesía me dio un poco de miedo porque todos los grupos de turistas embarcan en el mismo puerto y parece la entrada de Port Aventura, pero una vez en el mar da lo mismo. El paisaje es simplemente alucinante. Creo que las fotos le hacen mas justicia que cualquier descripción pseudo poética. El viaje "supercaro" que elegí fue un acierto absoluto. La guía (mi primera guía en dos meses) era adorable, competente y nos contó miles de cosas interesantes. El barco era nuevo, estaba limpio inmaculado, los camarotes eran cómodos y estábamos muy anchos, la comida era excelente....todo impecable. Un placer. Nos llevaron siempre por rutas poco transitadas y estuvimos solos la mayor parte del tiempo: de picnik en una cala escondida, haciendo kayak en una reserva natural, durmiendo en una isla donde han construido bungaloses... Nunca el viejo "you get what you pay for" había sido tan cierto.

A la vuelta de Halong empecé el camino en tren hacia mi ultima parada en Vietnam antes de cruzar a China: Sapa y comarca, pero eso será otro episodio (que contare con el debido retraso desde Pekín, donde ya estoy cómodamente sentado en mi ordenador)


Hoi An y subiendo

Vietnam - Hoi An / DMZ

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Mi primer trayecto en bus -y todos los que han seguido, la verdad- fue una experiencia. En Vietnam se han inventado una milonga llamada "open ticket" que te permite pagar por un trayecto entre un punto del norte y otro del sur y con tu billete eres libre de subirte y bajarte donde y cuando quieras. Suena binen, no? Que libertad! que flexiviliad! Además de todo eso, es barato, beatísimo, casi tan barato como los buses locales. Hule mal!
Cuando por fin decidí irme de Hue, tenia dos opciones. Irme al extrarradio a buscar la estación de autobuses y conseguir una plaza en una tartana vietnamita o comprar cómodamente en cualquier guesthouse o restaurante mi trayecto en el open bus. Decidí tentar mi suerte con en la versión cómoda.
Para hacerlo todo mas fácil, ni siquiera tienes que ir al bus, son ellos los que te vienen a recoger de tu hotel y te llevan al punto de embarque. Es un buen bus cargadito de guiris, con un chofer que ha sido aleccionado para no hacer adelantamientos suicidas y con aire acondicionado y todo. Todo parecía ok, empieza el viaje. Primera pipi parada...trampa para guiris con todo tipo de souvenires. Segunda pipiparada. Ídem. Tercera, idem. Para exprimirnos un poco mas se inventaron una parada almuerzo de media hora cuando quedaban 10 km para llegar a destino (eso no lo sabíamos, claro) en un lugar perfectamente amurallado para que no pudieses escaparte. La comida tan cara como mala. A esas alturas empecé a comprender por que el billete era tan barato. Quedaba lo mejor: el aterrizaje. Llegamos a Hoi An y se nos anuncia que primero iríamos al hotel de la compañía (de buses) si ese no nos gustaba o nos parecía caro iríamos a un segundo hotel también suyo y si ese tampoco nos gustaba, entonces y solo entonces, seriamos libres de ir a buscarnos la vida.
Solo después de pegarme una caminata bajo la lluvia en busca de donde meterme, emprendí que su ofertan no era ni tan mala ni tan cara, pero en el momento me sentía ultrajado. Después de todas las trampas de guiris del camino estaba que echaba humo por las orejas con el trato de rebano que nos estaban dando....Lo mas increíble es que a todos los pasajeros les parecía normal y "very convenient" y casi todos acabaron quedandose donde nos llevaron. Ni siquiera entre a echar un ojo en sus hoteles y seguramente acabe en un sitio mas caro, mas mugriento, pero no me llevaron ellos! Vale, lo admito, soy gilipollas.
Tenia grandes expectativas sobre Hoi An. Ciudad de mercantes olvidada y preservada en su antigua gloria. Lugar relajado y bonito. Playas de aguas claras....todo el mundo decía que era el típico lugar que te atrapa, pero tampoco.
La ciudad es realmente encantadora. Quedo en desuso hace 200 anos y se olvidaron de ella. Gracias a eso se ha conservado y el centro es una colección de casas de mercaderes de colores pastel en calles tortuosas.... Cual es el problema....? que se les ha ido la mano con la reconversion turística. Según unos mapas de la ciudad de hace 10 que vi en un museo, ya entonces, advertía la UNESCO que los negocios tradicionales estaban siendo sustituidos por tiendas de souvenirs, restaurantes y demás garitos para quiris.....y eso hace 10 anos. Hoy en día apenas quedan comercios que no estén enfocados a los guiris. Hasta los puestos del mercado de verduras empiezan a vender camisetas de Ho Chi Ming. Conclusión....no es un sitio creíble y por muy bonito que sea a mi el toque Disneyworld me da alergia. Aun así concedí un par de días al lugar para intentar sacarle algo de jugo.
Una de las cosas que mas me gusto fue las congregaciones de chinos de ultramar que -aun siendo de octava generación y con pasaporte vietnamita- se siguen considerando chinos. Es curioso que mientras vives en China, aun habalando chino, tu relación con ellos suele ser de confrontación. Es com una guerra de baja intensidad entre chinos y laowais. En cuanto sales de China la situación se invierte. Cuando te acercas a un chino de ultramar hablando en Chino, ya sea en Hoi An, en Praga o en Vladivostok te conviertes casi en un hijo adoptivo al instante. Sacan a relucir lo mejor de la hospitalidad confuciana y te tratan como a un rey. En Hoi An entre sin pagar en todas las congregaciones, me invitaron a te y hasta nos echamos unas risas. Para que luego digan que el chino solo sirve en China.
De Hoi An empecé el camino hacia el norte parando en la DMZ. En vista de la alergia que me produjo el bus de turistas decidí intentar esta ver el bus de linea vietnamita. Otra aventura.
Primero tenia que llegar a la estación importante mas cercana, en Da Nang, a 20 km de Hoi an. Para eso tenia que coger una moto hasta la parada de Hoi An y de ahí tomar un bus cortito. Llegue al sitio sudando con mi mochilon. Me subí al bus -que debía costar 5000 dong- pero el conductor insistió en que yo iba a pagar 30.000, que para eso era guiri, o si no que me fuese corriendo. Y que haces? Necesitas coger ese autobús, vas jodido con el peso y ese cabrón te esta extorsionando un 600%. Creo que lo correcto seria ejecutarlo allí mismo de forma sumaria para dar ejemplo pero sabes que no te quieres pasar el resto de tus días en un jaula de bambú como la de Rambo o sea que sonríes, refrenas tus instintos asesinos y consigues que te tanguen solo el 200% con una sonrisa. Llegue a Da Nang a una estación en condiciones, con una billeteria. Bien! Los precios están hasta en ingles. Bien! Compre mi billete en la ventanillas y ese gesto cabreo al conductor que ya se estaba relamiendo con la tangada que pensaba pegarme. El señor en cuestión utiliza el plan B. Tengo que pagar doble porque llevo una mochila. Por supuesto da igual que los pasajeros vietnamitas suban a bordo con sacos de arroz y gorrinos vivos. A esas alturas estaba a punto de sacar mi patíbulo portátil y empezar a montarlo a pie de escalerilla, pero me contuve de nuevo y fui a preguntar a la billeteria donde me dieron la razón. El tío siguió insistiendo pero se quedo con las ganas. Victoria!. Las 13:15. Hora marcada para la salida. Con puntualidad teutónica emprendimos el viaje pero que raro! soy el único pasajero! La solución al enigma llego en seguida. Salimos de la estación y estuvimos dando vueltas alrededor durante una hora y pico, no exagero, recogiendo pasajeros. En un colmo de mala fe, malas practicas e ineficiencia extrema, los conductores de una hora determinada cazan todos los clientes del bus siguiente por la calle. Por eso yo era el único pardo en el coche y por eso me toco aguantar una hora a que le robasen todos los clientes al siguiente. Cuando por fin lo vieron aparecer salieron por patas y comenzamos el trayecto de verdad. Se puede ser mas idiota y mas mala gente? En la estación intentan gestionar un servicio de calidad y ellos con sus marrullerías se encargan en convertirlo en mierda.
Una vez en la carretera comienza la carrera por el cliente. Vietnam es una longaniza y todo el trafico se concentra en el eje norte sur. Los autobuses echan carreras para ver quien llega antes al siguiente cliente y lo recogen literalmente en marcha. Absurdo, si, y mortal también. En lo poco que llevo aquí ya he visto dos motoristas despanzurrados y bien muertos en la carretera. Parece ser que es muy corriente pero no por eso la gente va a ponerse un casco, con el calor que da.
Llegue entero a Dong Ha preguntándome que era peor el guiribus o el bus local. Todavía no lo se. Don Ha es la fealdad urbana personificada, pero una base practica para visitar la DMZ (zona desmilitarizada). Cuando estuve en Francia me impresionaron mucho los restos militares de las playas del desembarco en Normandia. Tenia ciertas esperanzas de ver algo similar aquí. Muchas de las mayores batallas de la guerra de Vietnam ocurrieron en los alrededores y había leído cosas interesantes. Pues no. Los paisanos de la zona llevan desde que acabo la guerra escarbando todo resto existente para venderlo como chatarra. Han picado hasta los bunquers de hormigon para extraer la armadura. Lo han replantado todo y no queda mas que algún triste crater como recordatorio. Para ayudar a rebajar el interés del asunto mi "guia" (otro tangazo) resulto ser un simple motorista que sabia llegar a los sitios y poco mas. Sin explicaciones aquello era poco mas que visitar bancales. La única honrosa excepción eran los túneles de Vin Moc, una especie de ciudad subterránea y claustrofobica donde los Vietnamitas se refugiaban de las bombas yankis.
De Dong Ha cogi un tren -bendito tren- hasta Hanoi pero eso lo dejo para el próximo capitulo.

Metamorfosis

Vietnam - Hue

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El cruce fronterizo fue bastante radical.
Como siempre en Laos, llovía. No era lluvia tropical de esa que cae con ganas y luego se acaba y despeja; sino mas bien de estilo británico. Cruzamos la frontera, atravesamos la cordillera que separa los dos países y estaba en otro planeta. El sol pegaba con furia. Por primera vez en mas de un mes veía tierra seca en vez de barro marrón oscuro. Entre las plantas (bastante menos que en Laos) se veían amarillos y marrones en vez del profundo verde uniforme. En la carretera había trafico y la gente hacia las mismas pirulas suicidas que en China en vez de circular a paso de burra...Es increíble lo que pueden hacer las montañas y no solo con el clima. La gente también era de otro planeta, tarde pronto en darme cuenta. No es que en Laos sean hermanas de la caridad. Cuando te pueden timar te timan o al menos lo intentan, pero moderadamente. En vietnam no hay moderación que valga. Mi bautizo de precios fue espectacular. El conductor de mi la primera furgoneta quería que pagase 15 dolares por un trayecto el el que los viet pagaban 3 y otros extranjeros –asiáticos eso si- pagaban 5. Aun teniendo esa información el chofer insistía muy serio que yo tenia que pagar 15. Y se enfadaba porque me resistía. Yo estaba allí para ser tangado, me gustase o no.
A pesar del primer disgusto, me alegre bastante de cambiar de país y de clima. 40 días en Laos anestesian al mas pintado y estaba encantado con la agitación. Me recordaba a China y con razón. Son primos hermanos (los vietnamitas me matarian si oyesen esto), pero han heredado lo peor de la casa. Al menos –pensaba yo- no me van a coger de susto. Los veo venir y se de que pie cojean....inocente de mi.
La gente es efervescente, nada tímida y fue fácil echarse unas risas con los locales. Después de un día en Vietnam tenia un retrato robot del personal (ojo al dato los que vivís en China). Los vietnamitas son como chinos, pero sobrexcitados y con el volumen muy alto. Agarrate. Lo perdonaba todo a cambio de la animación que me estaba sacando del sopor de Laos pero mi idilio con los viet se torció rápido.
El deporte nacional en Vietnam es timar al guiri y lo practican con verdadera pasión, casi fervor religioso. No parece un asunto de mercaderes sino de todo el mundo. Existe la convicción generalizada de que los extranjeros son todos Papa Noel y que hemos venido aquí para dar sin parar. No solo somos Papa Noel porque debemos soltar sino porque somos seres de ficción, como Mickey Mouse o Hommer Simpson y por tanto no se nos ha de tratar como a seres humanos. Se te puede acosar, se pueden reír de ti en tu cara, comentar descaradamente.....algo que seguramente no harían con un tailandes o un chino, por muy extranjeros que sean, porque se parecen por fuera. Los occidentales somos simplemente eso, dibujos animados, no personas.
Los niños que en Laos te decían timidamente sebaydee (hola) aquí son gremlins que te saltaban delante con los brazos en alto y te gritaban Heeeeeeloooo!! Helloooooo!! Hellooooooo!!!!! y te persiguen gritando algo que rima con hello y que resulto significar "dame arrrrrrgo payo". Varias madres con un niño chico en los brazos le han cogido el bracito, lo agitan para saludar y luego lo extienden para pedirte. Pero que le estas enseñado a tu hijo desgraciada! Ese es el problema. Que les parece lo normal que demos y demos y además sin mas razón. Me ha pasado en un par de ocasiones que un señor viene, me habla en viet en lo que parece algún tipo de encuentro curioso y simpático y al cabo de un rato, sin mas, sin que sea un mendigo ni me haya hecho ningún servicio, dice: “money?” A ver si cuela. Es frustrante. Comiendo en algún chiringuito minúsculo callejero, al preguntar el precio a la abueleta que lo regenta, me ha llegado a ocurrir que un transeúnte anónimo se mete en la conversacion para inventarse un precio, simplemente para evitar que la yaya me de el precio bueno. No es que vaya con el o que vaya a ganar nada, es puro vicio. Desde que entre en el país he tenido historias en hoteles, en restaurantes, con conductores de moto y el colmo, en un banco!!! Me dieron mal el cambio (20 dolares de menos), se lo dije, se rieron, me lo dieron otra vez mal (10 dolares), se lo dije, se rieron y a la tercera me lo dieron bien. Pero que es esto! Y ni siquiera se ve asomo de vergüenza o de remordimiento.... porque es UN DEPORTE!!
En toda esta historia no ayuda que el gobierno mantenga una política de doble precios en las entradas de los monumentos. Obviamente, si el estado lo hace, por que no lo va a hacer la gente? Es realmente estúpido y acaba con la paciencia del mas moderado.
A mi personalmente me cuesta disfrutar de un sito donde la gente deja de interesarme porque desconfío de todos. Lo triste de todo esto es que seguramente la mayoría de los vietnamitas son buenas personas pero hasta la fecha esa gente esta al otro lado de una barrera de cabronazos que me impide verlos.
Bueno, voy a contar algo del país para acabar con esta retahíla de despotriques.
Mi primera parada fue Hue: la ultima capital imperial. Por mucho que no les guste, los parecidos con China son evidentes. En Hue hay una ciudad prohibida (arrasada por los americanos), tumbas de emperadores, templo de Confucio.... y ademas se parecen a los de Pekin, con otro estilo, eso si. Las cosas son mas coloridas, tirando a kitsch y con un toque Japones que no se de donde viene.
En hue estuve 3 días de turisteo dando vueltas, cogiéndole el pulso al país y a la gente. A pesar de la retaila de quejas la verdad es que me lo pase bien en Hue, pero desde entonces he acumulado una montana de enfados que enturbian la memoria de esos dias. Despues de la monotonia de noodles y arroces de Laos el descubrimiento de la comida vietnamita fue una explosion de sabores y cosas nuevas. En vietnam se puede comer en todos sitios: restaurantes, mercados y lo mejor: el bordillo de la acera. Por todos lados deambulan senoras con un par de cestos al hombro cargados de sorpresas. Cuando un cliente les da el alto, se paran, montan el chiringuito (un par de banquetillas de plastico) en medio de la acera y te preparan una racion de lo que sea que preparen. Hay sopas, raviolis, arroces....todo simple, barato, fresco y delicioso. Es como una loteria. Si ves a alguien comiendo algo con buena pinta, coges una banqueta y te unes al banquete....por 20 centimos de euro!. Ademas de la comida nueva estaba el sol para subirme un poco el animo. Hue esta solo 15 km del mar y después de 40 días en la lluvia y alejado de la costa decidí que me había ganado un día de playa y relax. La playa la tuve pero el relax no es lo mio, esta visto. Alquile una moto y me fui al mar. La playa mas cercana esta en una una especia de La Manga que hay allí cerca. Es un brazo de arena que da al Pacifico por un lado y a una laguna por el otro. En una punta hay algunos chiringuitos con mucho toldo (tampoco aquí se estila el moreno) pero el resto de los 15 km son una playa virgen que los lugareños usan muy sabiamente como vertedero. El gran desarrollo urbanístico de la manga vietnamita no es de rascacielos sino de rascasuelos. En Vietnam, por encima de cualquier religion -tienen un potaje budista-taoísta-confusionista como en China- se practica el culto a los ancestros. Eso implica cuidarlos bien, hacerles ofrendas y colocarlos en lugares molones. Parece ser que las tumbas con vistas al mar son de lo mejor que uno puede darle a sus padres y abuelos. El resultado de muchos anos de enterramientos con vistas son un cementerio que se estira a lo largo de todo el brazo de tierra. Es impresionante. Debe haber cientos de miles de tumbas colocadas al azar y compitiendo en lo recargado de decoración.
Desde Hue salí hacia Hoi An, en el centro de Vietnam, pero el extremo sur de mi viaje en Vietnam. De ahí empezaría a subir hacia el norte hasta llegar a China y a Pekin. Pero en vista de lo pesao que me he puesto, lo dejo para el próximo.