Nocheviejas
España - Almansa
Fotos de Año Nuevo en Pekín aquí . Todas las fotos del viaje aqui.
Como de costumbre llevo un mes de retraso en mis crónicas de viaje. No se como me las arreglo para no estar nunca al día. Ahora estoy de vuelta en España, como el turrón por Navidad. Desde aquí me parece difícil creer que hace unas semanas andaba por las montañas del sur de China . Me cuesta escribir esos episodios sobre todo sabiendo que serán los últimos... Hoy va a tocar otra cosa, por invitación de El Pais.
Nochevieja se acerca. La pasaré en mi pueblo, en Almansa. El ritual se repite desde que tengo edad para salir: uvas, bares y copas. Por retorcidas circunstancias de la vida laboral, un año "escapé" de esta monotonía y pasé el fin de año en Camboya . Allí, el paso del 2003 al 2004 se esperaba con la misma expectación y se celebró con el mismo entusiasmo que el paso de un martes a un miércoles cualquiera.
Era fin de año, estábamos en Battambang, en medio de ninguna parte, y con un poco de mala suerte no tendríamos ni donde esperar la llegada de medianoche porque todo el mundo estaría durmiendo. Descubrimos que existía un sitio llamado "Riverside Terrace" que iba a estar abierto. Con esperanzas renovadas nos pusimos nuestras bermudas de gala y allí que nos fuimos a cenar. El antro resultó ser una vieja casa colonial de madera con una gran terraza que debía dar al río. Nunca lo vimos porque sin alumbrado en las calles no se veía más que negrura. Allí había unos 8 guiris, la camarera y el gato. Pedimos lo más suculento de la carta: una hamburguesa con queso y después empezamos con los gintonics mientras esperábamos el gran momento. A falta de reloj con bola, tuvimos que fiarnos de mi Casio de pulsera. Cuando faltaban unos segundos para las doce y con la ayuda de una cucharilla y una lata de coca cola vacía, hicimos las campanadas y nos dimos el atracón de uvas de rigor. Como cada grupo de guiris seguía un reloj distinto hubo un cambio de año un tanto descoordinado pero al final todos terminamos de entrar en el 2004 y hubo abrazos, besos y todo lo demás. Esa fue nuestra modesta celebración. En todos los alrededores: nada. Silencio. Camboya dormía hace rato.
Y la cuestión es: Por qué hacemos una fiesta al cambiar de año? Pues no lo sé. Es una costumbre, pero lógica, lo que se dice lógica.... Igual podíamos celebrar el cambio de estación o de mes y no lo hacemos. Uno asume que es obvio que cuando el último dígito de la fecha cambia cada 365 días, hay que pillarse una melopea y celebrarlo, pero me temo que no es así en todo el mundo. Varias religiones y culturas tienen calendarios que marcan el año nuevo en otras fechas y no parecen inmutarse por el cambio de año que ocurre entre diciembre y enero.
Quizá sea mejor ignorar las fiestas foráneas que copiarlas mal o copiar solo la estética sin saber de que va el fondo. En Japón , un amigo se encontró con Santa Claus crucificado en un centro comercial cargado de decoraciones navideñas. Los responsables tenían una pequeña confusión entre la figura de Cristo y San Nicolas... Parece que no lo hicieron aposta, pero así, por error, consiguieron expresar el sentir de no pocos occidentales.
Lo opuesto de Camboya ocurre en Rusia donde celebran dos veces. El calendario Juliano sigue en vigor para festividades religiosas. La nochevieja "oficial" cae el 31 uno de diciembre. Luego, el 14 de enero, viene el "viejo año nuevo", según el antiguo calendario, con su "vieja nochevieja" que sirve de excusa para una borrachera más.
Aun no he estado en Rusia para ver los dobles "años nuevos" pero si he pasado varios Años Nuevos Chinos en Pekín . Suele llegar cuando las resacas de la nochevieja gregoriana (sobre la que los chinos pasan de puntillas) y las promesas de no beber jamás, ya quedaron olvidadas. Es la ocasión de hacer "dos por uno" con fuerzas renovadas y en dos estilos diferentes.
El alcohol, el confeti, los abrazos son secundarios en China . Allí lo principal es intentar suicidarse colectivamente con fuegos artificiales. En 2004 pude asistir al festejo como invitado de unos amigos pekineses. Fuimos a las afueras (en el centro estaban prohibidos los petardos) en coche. Al cruzar el cuarto anillo de circunvalación el paisaje sufrió una metamorfosis. El coche circulaba entre lo que parecía un campo de batalla. Junto a la carretera la gente tiraba todo tipo de cohetes y tracas. Los chispazos de colores impactaban en las ventanillas. La gente, como loca, prendían todo lo imaginable al lado de los vendedores ambulantes, que llevaban una tonelada de petardos en un carrito de supermercado. Mi esperanza entonces era que mis anfitriones, más juiciosos, no se meterían en ese fregao. Nada más lejos de la realidad. Lo que hacían era buscar un espacio lo suficientemente amplio para desplegar su propio arsenal.
Tiraron de todo pero lo que más me asustó fueron los morteros. Eran unos petardos con forma de seta y del tamaño de un melón (no exagero) que encendían y metían en un cañón precariamente vertical. Un primer buum! lanzaba la mitad del petardo al cielo y allí explota haciendo una palmera de las de "Ohhhhhhhh!". Milagrosamente, después de una hora de pirotecnia casera, nadie sufrió ni siquiera una quemadurita. Con esos estruendos de buen augurio habíamos recibido el nuevo Año del Mono. Pensaba entonces que aquello había sido espectacular, pero un año más tarde, llego el del Perro con muchísimo más ruido. Pekín levanto la moratoria de 10 años que prohibía el uso del divertimento favorito de la población. El campo de batalla se trasladó legalmente a todo el centro de esta mega ciudad de 15 millones de habitantes.
Se juntaron el hambre y las ganas de comer! Las economías familiares boyantes y la revancha contra los 10 años de prohibición dieron lugar a una locura pirotécnica colectiva que empezó por la tarde y que alcanzó su clímax en torno a medianoche. Todo Pekín era un ruido continuo y en el cielo no cabían las explosiones. Algo verdaderamente impresionante. La gente utilizaba cajas lanzaderas con suficiente poder explosivo como para volar un tanque y que podías comprar en cualquier esquina. Disparaban desde los jardines, los patios interiores, desde encima del hielo de los lagos congelados e incluso en medio de las avenidas!! Cada dos por tres estallaban "palmeras" junto a mis ventanas. Una locura.
Pero no todo son petardos en el Año Nuevo Chino. Para muchos representan sus únicas vacaciones y la ocasión de volver a casa. En un país con 150 millones de emigrantes rurales y otros muchos urbanos, ese retorno "todos a la vez" se convierte en una peregrinación de dimensiones bíblicas que colapsa durante días todos los medios de transporte. Son unas fiestas de carácter familiar. El objetivo de todos es llegar a casa. A parte del estruendo nocturno de la pólvora, todo queda inusualmente en calma en las calles. La ocasión para salir de casa con los parientes la presentan las ferias de año nuevo de los templos. En las ciudades supone una rara oportunidad de ver una manifestación de la cultura tradicional y para sumergirse en un mar de gente de los que tanto abundan en este país gigantesco. Pero todo eso tendrá que esperar a mi vuelta a Pekín .
Me temo que aquí, esta noche, el estruendo será más bien el de la música de los bares. Se acaba el año. Este sabático 2006 que me ha servido para ver tanto. En enero vuelta a la "vida real", ya no seré un viajero full time y este blog adelgazará a base de un régimen de vacaciones ordinarias de currante.
Al menos mi retraso redactor me dará la ocasión de contar la ultima etapa de este camino: un viaje experimental. Yendo de ninguna parte a ninguna parte, empezando, pasando y terminando por rincones anónimos del sur de China. Aprovecharé la resaca de nochevieja para ponerme al día y disfrutar en diferido de las memorias de este año de viaje que se acaba.
9 comentarios
esther -
estamos planeando un viajecito por asia, en concreto Laos y he estado echando un vistacillo por internet y todo lo que he encontrado bastante carillo.
Tal vez alguien tenga por ahí la compañía o agencia chollo para comprar este billete...
gracias
Pascual Sánchez -
Mario -
Selene -
nuria -
Por cierto, espero las próximas entregas de tus viajes por el sur de China con impaciencia. Me ha gustado lo que he leido hasta ahora y precisamente me dirijo hacia Hubei, Hunan y Jiangxi en la primera etapa de mi viaje.
Muchas gracias por todo, y que tengas un buen 2007!
Norberto -
nuria -
Te he publicado este post pero en el mes de agosto o algo asi...soy más lista...bueno, a ver que tal aqui! :
He encontrado tu web y es muy interesante. Como veo que estas muy versado en esto y yo tengo algunos problemas con el tema, si no te molesta, te voy a preguntar.
Ahora estoy en Pequin estudiando, y voy a ir a Tailandia a través del Mekong saliendo de la provincia de Yunnan ¿qué visados necesito? El de China no es problema, pero los del consulado de Laos me estan volviendo loca, y aún no he conseguido hablar con los de Birmania...Se que tengo que atravesar un tramo del río que hace de frontera entre los dos paises, pero no se si necesito los dos visados. Por otro lado, no se si en Yunnan tambien puedo conseguir el visado y si el precio será diferente. Quizá no tienes ni idea de todo esto, pero cualquier ayuda es buena, gracias!
Jonas & Weiying -
El Gran Turukl -
Está muy chulo, siempre he querido visitar Vietnam, pero hasta ahora sólo me atrevido a recorrer Europa. Desde luego Asia tiene que ser todo un shock cultural. Saludos, y espero leer más de tus viajes!