De Siberia con amor
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Fecha - 12 mayo 2006
Siento el plagio Bondiano pero venia al pelo esta vez.
Me ha costado tela marinera encontrar donde y cuando ponerme a escribir. Cosas de estar en medio de Siberia. Los ciber no abundan aquí como en China.
Todo empezó hace un mes con la gymkhana burocrática para conseguir un visado ruso. La regla general es que los países comparativamente ricos son los que ponen trabas a los comparativamente pobres, pero no a la inversa, Pues no, si para un ruso es jodido conseguir un visado europeo, para un europeo no iba a ser mas fácil conseguir uno ruso. Que Katia, ciudadana del país, quisiera invitarme tampoco ayudaba. El procedimiento de incitación, seguido legalmente, dura un par de meses de papeleos. Todo eso no significa que sea imposible, el hecho es que estoy aquí, por supuesto hay una "puerta de atrás" de pago. En cuestión de minutos, uno puede conseguir por internet -mediando unos cuantos dólares- una incitación "autentica" de "una agencia de viajes" rusa y todo arreglado. Obviamente hay unos cuantos haciéndose ricos vendiendo esos papeles a gente como yo.
Con el visado en mano ya solo quedaba llegar a casa de Katia, la segunda gymkhana. De Beijing volamos a Irkustk de madrugada en un tupolev de la misma quinta que el que me llevo a Corea del Norte. Es lo que tienen los billetes baratos. Desde Irkustk todavía nos quedaba un buen trecho pero dejamos el turisteo para el camino la vuelta y lo hicimos del tirón.
Aterrizaje en Irkutsk. Terminal internacional del tamaño de una parada de bus y primer encuentro con la burocracia rusa en propio campo: cola de visados, cola de inmigración y cola de aduanas…. Nadie iba a salir de allí sin pasar por el estricto control de la ultima señora que escaneaba los equipajes y que escribía, letra a letra, con parsimonia de tortuga, y con un único dedo, los nombres y apellidos de cada uno de los pasajeros!!! En fin. A pesar de las colas kafkaianas conseguimos llegar a la estación y coger el tren que queríamos. Después de una noche en aviones y aeropuertos se agradecía no tener compañía en el compartimento. Aun así hicimos un par de "amigos" porque íbamos hablando ingles dábamos el cante. Primero conocimos al batería de los "Rock Fellars" -histórica banda de rock de Karsnoyarsk- que volvía a casa despues de unos conciertos en Moscú, un tio regordete borrachín y muy majo que nos invito a un concierto. Yo había leído que mucha gente opta por "acortar" los 3, 5 o 7 días que se pegan en el transiberiano pasándolos borrachos. La maquina del tiempo del vodka! Al poco de despedir al batería conocimos al primer ejemplar de viajero del tiempo: un recién ascendido oficial del ejercito que estaba empeñado en invitarme a cervezas en su compartimento y a venderme su nuevo uniforme con gorra, galones y todo. Con un poco de diplomacia y el pestillo de la puerta nos libramos de el y descansamos un poco.
Desde que aterrizamos en Rusia el paisaje que nos rodeaba era siempre el mismo: taiga. Bosque y mas bosque de pinos y hayas. Los mismos árboles, la misma densidad, los mismos colores. En España a veces te da la impresión de que los pobres bosques están acorralados por campos de cultivo y pueblos, que sobreviven a duras penas, domesticados en rodalillos. Por aquí la impresión es la opuesta. Son los humanos los que sobreviven a duras penas en rodalillos de civilización rodeados de bosques. Si cortasen los cables eléctricos y los suministros de combustible las ciudades serian comidas por el bosque en un tris, como si el hombre nunca hubiese existido. Es un clima muy duro, este invierno se pasaron una buena temporada a menos 45. A principios de mayo la primavera no había ni empezado a llegar. Todavía hay nieve amontonada por todo el camino. Los árboles no tienen ni hojas ni brotes…. La tierra en los campos es negra como el carbón y los pueblos son de casas de troncos, es un estilo a Cicely de Doctor en Alaska, pero sin el glamour que da la tele.
Tras 19 horas llegamos a Krasnoyarsk, otra gran ciudad en el recorrido del transiberiano. Es la capital de una provincia del tamaño de 3 o 4 Españas y nos la saltamos de momento. Yo tenia entendido que Lesosibirsk, el destino final, estaba en las afueras de Krasnoyarsk, pero en proporciones siberianas, eso son 350 km. Todavía nos quedaban 5 horas de carretera hacia el norte, en perpendicular al transiberiano. Conforme recorríamos los kilómetros se iba notando el efecto de la latitud en la temperatura. Cuando llegamos a Lesosibirsk estábamos de vuelta en el invierno: nieve por todas partes. Daba lo mismo! Por fin, después de un día y medio de avión, tren y carretera llegábamos a casa. Nos esperaba la familia, la casa calentita y un montón de delicias siberianas en la mesa. Ufff!
El primer paseo por Lesosibirsk esa tarde me dejo bastante impresionado. A unos metros de casa, en primera línea de "playa", como aquel que dice, teníamos el Yenisey, pedazo de rió. Katia me había contado que en invierno se formaba una capa de 5 metros de hielo. Yo me pensaba que era una exageración o un error de unidades (no serán 50 cm!) Pues no, es verdad. Hacia unos días que el hielo se había roto y los iceberg se habían ido con la corriente, pero quedaban varados en las "playas" bloques del tamaño de una casa y planchas como un campo de fútbol. Para los locales esto ya era buen tiempo y había unos cuantos pescando encaramados en los hielos. Alucinante! Los de por aquí se descojonan de mi asombro, pero para un españolito del cálido sur eso es mucho mucho hielo. Al otro lado del río, que debe medir medio kilómetro de ancho por lo menos, hay una muralla de arboles que marca el principio de la taiga que a partir de ahí continua salvaje kilómetros y kilómetros. Lesosibirsk es también el punto donde el Angara, el único río que sale del lago baikal, desemboca en el Yenisey. Por alguna razón que nadie me ha sabido explicar, el Angara no se funde hasta junio o sea que en un punto del horizonte se puede ver un río de hielo que se suma al Yenisey. Es bestial. Lo que en Benidorm es un paseo marítimo aquí es una arbolada fluvial con bancos y senderos junto al río. La gente pasea por ahí cuando hace bueno y los borrachos, numerosos, se cuecen sentados en los bancos con fantásticas vistas de naturaleza salvaje a la que tiran sus botellas vacías. Al final del paseo hay un pino grande, justo al borde del barranco que baja al rió, con una soga gorda atada en las ramas altas. Es la "tarzanka" y deja todos los columpios en los que jugué de pequeño a la altura de gran mariconada. Los chavales de aquí cogen carrerilla y se tiran a lo Tarzan dando una vuelta alrededor del árbol y sobrevolando los icebergs que están varios metros mas abajo en la orilla. Si te caes te matas, pero a nadie le parece razón para que los críos no jueguen. Todos los días encuentro una excusa para darme un paseo por la orilla y he repetido las mismas fotos 40 veces. A ver si quedan bien. Desde el primer día hasta hoy se ha fundido bastante hielo, pero teniendo en cuenta que ha nevado la mitad de los días y que hiela todas las noches, parece que queda para rato. Por lo visto en verano, cuando ya no quedan icebergs, hay cruceros que navegan el rió hasta la desembocadura en el océano Ártico, 3000km mas al norte. Eso para la próxima.
Desde que llegamos llevamos una vida de tipo vegetativo: comer, dormir e intentar llenar los días con pequeñas misiones de exploración por los alrededores: dar vueltas por las antiguas tiendas soviéticas, mirar por los microscopios del laboratorio donde trabaja la madre, cocinar comida española, un picnic junto al río, hacer fotos aquí y allá, visitar la iglesia ortodoxa, ir "de marcha" a la disco llena de adolescentes (sorprendentemente la pista estaba llena solo de chicas y los tíos o no bailan o a esa hora no se habían cocido lo suficiente para animarse). De todas formas pasear arriba y abajo y contemplar la fauna y arquitectura local es lo mas interesante… La ciudad es grande, 80.000 personas. Esta en medio de la taiga y vive de ella (las dos aserrerías de la ciudad generan el 25% de las exportaciones de madera de TODA RUSIA!) aun así es una creación moderna, como la mayoría de las ciudades de Siberia que no tienen mas de 100 o 150 años. La construyeron de la nada en los 70 y prometieron a la gente que vino a "colonizar" un "jardín en medio de Siberia". Con el clima de por aquí los jardines lo tiene bastante jodido, la verdad. La ciudad la construyeron rápido con bloques de edificios feotes, todos iguales y mal acabados. Al parecer es la seña de identidad de la arquitectura soviética de la época. Nada era de nadie y nadie se cansaba en hacer las cosas bien. Aun así, de puertas a dentro –lo que si es de cada uno- las cosas cambian. Todas las casas que he visto están muy arregladas y son acogedoras. El negocio de las reformas domesticas esta en pleno boom.
La gente por la calle también es particular pero al parece no representativa del país. Según me cuentan, por aquí son bastante "de pueblo" y las modas de esta tierra no tienen mucho que ver con las ciudades. El atuendo estándar masculino incluye la chaqueta de cuero negro con el complemento indispensable de la botella de cerveza, agarrados de la cual andan por la calle la mitad de los hombres. En el uniforme de la mujer siberiana no deben faltar las botas o zapatos de tacón alto. Teniendo en cuenta que la mitad de las calles están nevadas o embarradas por el deshielo, eso les da una especial gracia al andar evitando la caída cada tres pasos. Los zapatos de tacón, indispensables para ir a la compra, suelen complementarse con minifaldas absurdas, también muy practicas en las temperaturas que se estilan. Son los sacrificios que exige la moda, que se le va a hacer…
Lo cierto es que estas percepciones basadas en la pequeña muestra que es Lesosibirsk, una ciudad-pueblo tirando a remoto, no son justas para el conjunto del país. La visita de fin de semana a Krasnoyarsk me lo dejo claro. La capital de la provincia tiene su encanto, con varias calles con edificios elegantes de principios de siglo. También esta en medio de Siberia pero es mucho mas cosmopolita y podría haber pasado por cualquier sitio de Europa occidental. Tienen cuatro o cinco teatros-auditorios con oferta diaria de conciertos y operas (bastante mas que en cualquier sitio del mismo tamaño de España), un par de museos cojonudos, ya no se ven cerveceros por la calle y las minifaldas son solo para el fin de semana. Por la calle hay gente con rastas y saltando en monopatines. Abundan los bares bares y restaurantes civilizados y la gente tiene pinta simplemente normal. De hecho el sitio es tan normal y parece tan familiar que francamente prefiero Lesosibirsk donde al menos uno siente que esta en otro continente.
El gran evento de estos días ha sido el "Día de la Victoria", el 9 de mayo, que se celebra como la gran fiesta nacional y con razón. En la "gran guerra patriótica", la Segunda Guerra Mundial, se dejo la piel toda una generación y la vida 27!! Millones de rusos. Las victorias en el frente ruso fueron realmente el principio del fin de los Nazis y la gente lo vive con mucho orgullo por aquí. Todo el pueblo se congrego en el paseo del rio y junto al monumento a los caídos y hubo desfile militar, de veteranos, música, cánticos, bailes …una fiesta en toda regla. Muy pintoresco.
En tanto que nacido en el 78, para cuando me quise enterar de que había un "telón de acero" y lo que implicaba, ya se había caído. Como no pude visitar el otro lado mientras todavía era EL otro modo de vida en el mundo, siempre me ha interesado mucho ver los restos de comunismo que quedan por ahí. Hasta la fecha los encuentros han sido tirando a decepcionantes. En China me encontré un comunismo que no era comunismo mas que en el nombre, en Praga y Budapest tampoco quedaba nada que ver, en Ulan Batar quedaba al menos la arquitectura, en Corea del
Norte esta vivo y coleando pero no me dejaron ni acercarme a mirar y finalmente en la Rusia de provincias me he encontrado los restos con mas regusto soviético. Hace 15 anos que el régimen se hundió pero muchas cosas han cambiado poco, al menos de aspecto. En casa de Katia tengo 3 generaciones que han vivido todos las etapas desde la guerra y estoy aprovechando para preguntar (a la vez que martirizándolos) con mil preguntas sobre los años pasados. Muy interesante.
Mañana empezamos el camino de vuelta a Beijing. En ruta pararemos en Irkustk y el Lago Baikal luego Katia vuela a Beijing y yo sigo en transiberiano (4 días) hasta
Vladivostok y de ahí a Pekin. A ver si encuentro sitio y momento para seguir contando.
Sin corrector ortografico de Word me convierto en el Mr. Hyde ortográfico que siempre fuy. Sorry.
Al final este mensaje ha salido con 3 días de retraso por falta de conexión. Sorry 2. Ya estoy en Irkutsk. Esta noche empiezo el transiberiano. A ver si me da tiempo a escribir otro capítulo.
17 comentarios
Jordan retro 4 -
Jordan 11 -
Nike Shox Shoes -
en la maleta -
Fabricio Plascencia -
Steven -
oye cual sería la mejor ruta saliendo de Mexico
saludos.. gracias
Angel Verbo Mora -
Gracias.
Jenny -
tania -
Guillermo Castaño Valencia -
Pablo -
Saludos
sol -
saludos desde buanos aires, argentina!
MARIA -
Beatriz -
Un beso desde Alicante.
Jaime (ETSII) -
Mario -
Antonio Almendros -
¡¡Vaya fotos macizas!!
¡Enhorabuena! Me han encantado. Especial mención para la de las dos señoras mayores pasando por delante de las ventanas.
Sólo he echado de menos un retrato del mismísimo Pirlango porque estoy convencido de que es alí donde tiene su residencia.
Un abrazo. A ver si nos vemos pronto y nos tomamos unas birras.
Toni