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Hamaqueando

Laos – Nong Khiao/Muang Noi
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Eso que se ve en la esquina de la foto es, de nuevo, como no, mi pierna en alto. Le estoy cogiendo el gusto a empezar así, pero es que es una formula que da bastante juego. Además, mi cara os la conocéis de sobra y no es mucho más guapa que mi pierna peluda. Esta vez esta confortablemente posada en una hamaca que cuelga del porche de mi bungalow a 1 dólar la noche en Muang Noi, un lugar perfecto para jubilarse con una pensión baja o escapar de la justicia de tu país.

Muang Noi es un pueblito de una sola calle en la que no hay vehículos porque solo se puede llegar remontando un tramo de río con unos cañones impresionantes. Esta a la orilla del Nam Ou, un río bastante grande para estándares de sequedad manchegos, y rodeado de montañas calizas de paredes verticales de tipo Guilin. El paisaje es impresionante. Para llegar aquí primero se va a Nong Kiao, otro sitio similar, en el mismo valle escarpado, pero a donde llega la carretera. Subiendo río arriba una hora mas y se llega a la relajada Muang Noi. A mucha gente del pueblo no le gusta estar incomunicados, pero los turistas remontan justo por eso: a quedarse bien tranquilos.


La mayoría de los que se han quedado viven de los forasteros. En todo el frente del río, en primera línea de agua, han construido "bungalows" que son la forma de alojamiento local. Aunque suena super pijo son simples cubículos de bambú sin ventanas, sin agua ni electricidad (no hay en todo el pueblo). Para compensar esos inconvenientes, cuentan con un porchecito donde se cuelga la hamaca en la que te tiras a ver el agua pasar y pensar en lo rápido que gira el mundo fuera de ahí. Una delicia.

Me podía haber pasado 4 días mirando los montes y las corrientes marrones del Nam Ou, pero no, me metí en problemas. Camino de Nong Kiao coincidí -rara casualidad- con una pareja de españoles bien majos, padre e hijo, y acabamos todos alojados en las hamacas de la acogedora y sonriente familia Vita. Claro, cobrando un dólar al día difícilmente se van a hacer ricos, pero, cuando te tienen atrapado en la tela de arana de tu hamaca te vienen a proponer otros negocios…

-Un trecking por las montañas de los alrededores a visitar las tribus?
-Es muy duro?
-No, no, que va!
-Pues venga!

Y ya la teníamos liada. Fueron dos días de barro y lluvia, interesantes, pero todo menos fáciles.

Siguiendo con la racha que dura desde que estoy en el país, llovió todos los días. El primer tramo del primer día que -según nuestro casero-guía- era de dos horas, nos llevo 5 y todavía no habíamos empezado la subida. Las lluvias habían hecho subir el nivel de los ríos y solo esa mañana nos toco vadear a pata más de 10. Cuando no eran ríos eran caminos arcillosos con consistencias oscilando entre la mouse de chocolate y la pista de patinaje. Cada vez que daba un paso con un apoyo no plano al 100% corrias el riesgo de acabar a un metro de distancia con el culo marrón o de barro hasta la rodilla. Un horror.

Después llegaron los arrozales. Había que andar haciendo eses en los caballones que separan las terrazas que estaban también reblandecidos y deslizantes, otro infierno.

Después empezó la subida. Se acabaron los ríos pero empezaron los toboganes. Los caminos eran igual de malos que en llano pero con la dificultad añadida de la pendiente y el peligro de acabar despenado por un lateral.

Con semejante panorama tenias que estar permanentemente atento de donde ponías los pies. Había que recordarse a uno mismo de vez en cuando levantar la cabeza. Cada vez era una sorpresa nueva: valles con picos como dedos de la mano, nubes que se enganchaban en los picos, jungla casi vertical en las laderas, arrozales verde fluorescente, cultivos de montaña con unas pendientes imposibles, cabañas de los paisanos que trabajan en medio del verde... Muy bonito pero pasado por agua.

Al final de la tarde Llegamos a la aldea kamu donde íbamos a pasar la noche. Cada vez tengo menos claro si uno debería o no ir a ver tribus por el impacto que puede tener en su modo de vida. En este caso la cosa fue muy bien: pasaron de nosotros completamente.

El pueblo estaba en la cima de un monte del que cultivaban las laderas. Habría unas 30 casas sobre pilotes de madera. Si la tribu tenia algún tipo de traje tribal no se lo puso para la ocasión, lo cual se agradece.

En la choza de los amigos de nuestro casero nos dieron techo y comida. Llegamos en un estado de porquez próximo al de la experiencia de los guibones pero sin la grasaza de camión. Nos "duchamos" como los demás del pueblo: bajo el grifo en el pilón al lado de la choza.

Mis dos compañeros median su metro noventa y dos metros respectivamente y aunque en general nos estaban ignorando, la ducha si que creo un poco de expectación, la verdad.

Al día siguiente empezamos el regreso pero por otro camino. Hubo una buena bajada patinosa, seguida de dos horas de marcha dentro del lecho de un rió que se ponía bruto a ratos y finalmente camino llano. Acabamos en otro pueblo tribal a orillas del Nam Ou. Desde ahí nuestro casero arreglo un transporte en barca río abajo. Pensábamos que llegaríamos al doblar la primera curva del rió, pero no, bajamos un buen trecho y fue ahí donde me di cuenta de que habíamos andado un guevo! La bajada espectacular porque el valle era en ese tramo aun mas escarpado que todo lo que habiamos visto antes.

Llegamos a Vita guesthouse a media tarde, deshechos y hambrientos. El resto del día fue para vegetar en la hamaca y ver llover a cantaros desde el porche. Por fin relax!

Decidí quedarme un día más por eso de aprovechar la hamaca de verdad, sin caminatas ni excesos. Ayudo en ese sentido que el tercer día, para variar, llovió lo suyo y no pude salir. Me leí la mita del material de lectura que transporto desde Pekín mientras columpiaba mi culo en la hamaca. Ahhhhh!

El cuarto día tocaba empezar camino de vuelta a Nong Kiao pero casi se tuercen los planes. Durante la noche había crecido el río con muchas ganas. Mi bungalow, que estaba a 15 metros del agua la noche anterior, tenia los pilotes en remojo por la mañana. El río bajaba a toda leche y arrastraba troncos y plantas, algunas grandes de verdad. Los del pueblo, sin miedo alguno, navegaban en canoas sorteando los obstáculos intentando “pescar” maderas buenas. Bajar el rió tampoco les supuso ningún problema y pude volver a Nong Khiao.

Para no repetir la carretera de vuelta a Luang Prabang intenté hacerlo en bote bajando el Nam Ou. No fue posible. Querían un millón de kip para hacer un charter, pero yo quería ir en el bote normal de los lao…. Al principio pensé que era una trampa de turistas. Ellos insistían que no había pasajeros y por tanto no había bote y lo tenía que pagar yo solo. Después de marear mucho la perdiz y perder varias horas, termino por ser la pura verdad y me toco coger el “bus”. Una pena.

Es increíble. Cada vez que cojo un transporte público, ya sea bus, tartana, remolque, barcaza o lo que sea, somos más turistas que laosianos. Después de darle unas vueltas he llegado a la conclusión de que no es que haya una invasión de turistas, el problema es que Laos esta muy poco poblado y, para colmo, por una mayoría de campesinos y montañeses. Son pocos y menos aun los que necesitan moverse de un lado a otro. Si no fuera por los extranjeros muchas rutas de transporte publico estarían vacías! No es la única rareza; este país esta lleno de particularidades económicas. No he visto todavía una fábrica de nada. En todo el país no hay un solo kilómetro de ferrocarril. Hay pocos puentes, ningún túnel, no he visto presas (y les sobran rios)... En las ciudades –incluso Luang Prabang- hay tiendas pero todas son de tipo "tienda de barrio". Cuando uno quiere comprar un violín o un cartucho de tonner o un balón de basket, donde cogno va? Tiene que cruzar a China? No lo entiendo.

Al parecer los franceses que colonizaron Laos se dieron cuenta de todo eso bastante rápido. No les salían las cuentas. Lo que había que invertir en infraestructuras nunca se recuperaba con las producciones locales y los impuestos simplemente porque son demasiado pocos! La cosa sigue siendo parecida. Creo que por mucho tiempo que pase nunca llegara a haber grandes autovías simplemente porque el trafico que llevarían no las justificaría!
Vale de rollos! Sigo en el próximo.

2 comentarios

maria -

Yo hace tiempo que te pedi,algunos datos tuyos, como la edad, y lo que creyeras mas importante, pero tu solamente me enseñas tu "patita". espero que me digas lo que te he pedido y así nos podremos conocer mejor.

Mario -

Bueno Norberto, como ves te seguimos la pista, así que ya sabes...sigue escribiendo y nosotros seguiremos espiándote desde la pantalla del ordenador (de la oficina). Por cierto le enseñé tus fotos a algunos amigos y se han quedado flipaos, buen trabajo compañeru.
Bueno voya ver si voy cerrando que es viernes y me quedan unos 500 Km. hasta Xixón...este finde toca Surfear.
Saludos