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CAMBOYA

Camboya seis años después

Camboya - Koh Kong - Angkor - Phnom Penh - Sihanoukville - Kampot  (01 - 2009)
Todas las fotos de Camboya aqui (Para verlas nítidas pinchad en el rincón derecho en “opciones” y elegid “no agrandar”)

En Camboya se dejaron de matar hace apenas 10 años. La guerra de Vietnam, la civil y los khemeres rojos son probablemente de los pasados recientes mas desastrosos del mundo. Entre unos y otros mataron a un tercio de la población y el país estaba que se caía a cachos cuando por fin llego la paz.


El lado bueno de tanto desastre es que el turismo es reciente en todos sitios. En algunos la cosa ha avanzado rápido, pero en otros apenas acaban de empezar. El 90% de los visitantes van a los templos de Angkor y nada más.

                                                                                                                                                                                           
Desde Tailandia nos costo encontrar un transporte que nos llevase solo hasta el otro lado de la frontera  porque casi todo eran tours directos a Angkor. Nosotros queríamos parar en Koh Kong city para visitar una isla cercana que todavía está desierta. No es que sea una islita -es probablemente del tamaño de Koh Chang- pero no hay ni un habitante ni un hotel todavía.


Una de las pocas cosas buenas de las guerras entre hombres es que, mientras duran, suelen darle un respiro a los animales y la naturaleza. Con menos población hay menos bocas consumiendo recursos y con la inestabilidad, las empresas depredadoras extranjeras no se atreven a venir.
Por todo eso, Camboya está llena de enormes pedazos de naturaleza intacta donde la naturaleza a seguido a la suya durante varias décadas. El problema es que el “redescubrimiento” es tan reciente que no hay nada organizado para visitar todo eso! A no ser de que seas un verdadero explorador de los de machete en mano, no hay mucho que hacer. Como Katia y yo no íbamos a atravesar junglas vírgenes, nos conformamos con visitar aquella isla desierta.


 
En todo Koh Kong city solo había un chiringuito que organizaba –si había suficientes clientes- excursiones de un día a la isla. Tuvimos suerte de coincidir con algunos otros y al día siguiente salimos en barco.

Después de un par de horas atravesando manglares intactos –vimos delfines de agua dulce que están casi extintos- llegamos a la isla y nos desembarcaron en la 5ª playa. El hecho de que se llame “la 5ª playa” en vez de Honeymoon Beach o Crab Beach dice mucho.


Los árboles del interior llegaban a pie de playa. La arena estaba cubierta de cangrejos que se escondían a nuestro paso. Encontramos montones de conchas de las que venden en las tiendas y que allí nadie recogía ni vendía. La playa en si no era la mejor del mundo. Había botellas y restos traídos por el mar que nadie recoge, pero sentirse Robinson compensa de lejos.


Viniendo de Koh Chang podía imaginarme el porvenir cercano de esas playas vacías. Dentro de unos años, seguro que los camboyanos seguirán el camino de los vecinos y llenaran todo de bungaloses y demás. De hecho, los chinos ya han comprado un cacho de manglar del tamaño de media provincia de Albacete para construir tropecientos resorts y casinos para turistas chinos.

 


 
De Koh Kong seguimos hasta Sihanoukville, el “gran” resort playero de Camboya. A pesar de ser la principal playa del país, la ciudad tiene todavía un feeling de poblacho tranquilo. El concepto de “playa y marisco” no es muy distinto del de Tailandia, pero todo es mas relax y mas rústico.

 


De Sihanoukville seguimos hacia Kampot, un pueblo colonial francés con arquitectura colonial cochambrosa y un ambiente totalmente soporífero. Ninguna de sus atracciones es lo que se diría espectacular, pero, al igual que en Laos y al contrario de Tailandia, es muy agradable deambular por ahí sin más. La gente no está maleada todavía. El paisaje es completamente rural y todavía bonito. Hay campos, palmeras, vacas, carreteras de tierra y casas de madera sobre pilotes extendiéndose hasta el horizonte en todas direcciones. Uno se siente en el Asia rural de verdad.
 
De ahí seguimos a la capital Phnom Penh. Desde mi anterior visita en 2003, las infraestructuras han mejorado notablemente. Entonces solo había una carretera asfaltada en todo el país y había que alquilar taxis para poder moverse con algo de confort. Esta vez solo usamos carreteras asfaltadas y buses bastante decentes.


En la capi pasamos un par de días viendo lo típico y de ahí seguimos a Angkor que es lo único que tuve tiempo de visitar en 2003. Los templos son tan sumamente impresionantes que no me importó repetir. Cualquier intento de explicación que pueda dar aquí se queda corto. Las fotos hacen más justicia a los templos que las palabras.


Estuvimos 5 días tomándonoslo con calma e intentando ir a contracorriente de las masas de turistas (que en Angkor pueden ser importantes). El ultimo día decidimos ir a un templo muy grande y poco visitado que está a 2 horas del sitio principal y que todavía esta comido por la jungla. Fue una buena idea. Nos pasamos el día escalando piedras, metiéndonos por pasillos derrumbados y escondiéndonos de los guardas. 

 

 

 

     

 

 

 

     

Después de Angkor volvimos a la capital y de ahí, en minivan, directos a Saigon, en Vietnam.